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Una ocasión rota romper el culo mi asociación con María Dios volví a tratarse el campo adonde trabaja mi primo en torno a Valencia. Allí conocí a Isabel. Ella tiene 40 años, está casada, y a su existencia podría decirse que es una compañera guapa. El romper el culo adiestramiento seleccionado de Isabel es el spinning, cuando lo hace sus senos se bambolean de una manera harto hedonista. Alguna que otra oportunidadyo había alabado a Isabel por su apostura y hecho alguna guiñada a la que ella respondió con una sonrisa. Un momento, estábamos en el campo sólo Isabel, yo y un amigo, Héctor. Cuando terminó el spinning, Isabel se fue a las tinas. Entonces yo cerré la llegada al estadio y le tesoro a Héctor que fuéramos al vestuario de parientas a inspeccionar a Isabel. Cuando ella salió de la pila, totalmentedesnuda, se quedó extrañada al vernos lejos. Nosotros todavía estábamos sudados delentrenamiento. Nos acercamos a ella, la envolvimos en su toalla y comenzamos a secarla y a acariciarla. Ella resulto ser receptiva a nuestras gitanerías. Entonces, nos quitamos nuestra vestida y ella despacio, nos agarró el falo los dos y fue descendiendo aun ponerse de hinojos en elapartamento. Sus belfos romper el culo se posaron en el capullo de Héctor, y comenzó a achuchar la gallináceacomo una loca, original despacio y luego aprisa, sacaba su unión y se empleaba a meollo. Yo no me quedé pacífico, deslice mi tirada por su ojete y luego un dedo por la abertura y entretanto ella trabajaba la picha de Héctor, yo le masajeaba el recto con un dedo. Pasado un rato, Héctor comenzó a bufar fuerte, agarró con eficiencia a Isabel del pelillo y descargó su látex interiormente romper el culo de la hocicade Isabel, justo cuando yo enterraba un dedo entero en el huesitodulce de ella. Mientras esto ocurría Isabel no paraba de resollar y se tragaba el esperma de Héctor, parte del cual se le escapó por las comisuras y le cayó en las mamas. Una sucesión Isabel tragó la leñazo de Héctor, yo la tumbé en elpiso, le separe las corvas y comencé a lamerle el clítoris. Ella se puso a clamar como una loca. Mitierra se deslizaba una y otra sucesión en el interior de su empantanada vagina. Ella estaba increíblemente incontinente. Entonces acento de lamerla y puse mi pita en su hocica. Héctor ocupó mi sitio en el chocho y ella empezó a mamar mi gallinácea como si le afuera la fortaleza en ello. Ante su industria mamadora no tarde mucho en correrme en su hocica. Entonces Héctor comenzó a follarse a Isabel. Ella comenzó a plañir y a refunfuñar. Héctor empujaba y empujaba luego sugallinácea era tan grande que le costaba mucho meterla, finalmente, Héctor se salió un poco y de unvesánico envite se la metió entera, los 25 cm de su pita entraron de cachete. Héctor estuvo follándose un rato a Isabel entretanto yo vigilaba que ninguno nos interrumpiera. Finalmente, Héctor comenzó a correrse. Luego se levantó y dejo a Isabel. Entonces, yo me tumbé, con mi pinchila tieso hacia en lo alto. Ella se levantó y se colocó a horcajadas sobre mi pistola, se dejó aterrizar con todo su peso sobre mí. Inmediatamente comenzó a jinetear sobre mi banana como una posesa. Yo le agarraba lasmamas, se las amasaba y le pellizcaba los pedunculos. Entonces ella romper el culo se recostó hacía delanteapoyándose en sus rodillas y entretanto me follaba llamó a Héctor, le señaló su recto, y le pido que la enculará. Héctor se acercó y de un solo varapalo se la metió inclusive las tripas. Nosotros romper el culo comenzamos a follarla por turnos. Yo la penetraba y Héctor se quedaba inmutable en su poto y luegode un rato, Héctor la jodía por el trasero y yo descansaba. As seguimos incluso que entreambosacabamos y ella se puso a lloriquear de placer enloquecida por la doble medición. Después de un rato de laxitud, cogí a Isabel y la puse a cuatro pedestales. Entonces la penetré analmente entretantoIsabel mamaba la pita de Héctor. La enculada a la que yo la estaba sometiendo hacia que a cada una de mis arremetidas la minga de Héctor llegara incluso la garganta de Isabel. Aquello no se demoró mucho y Héctor se corrió en en el interior de la hocica de Isabel. Entonces yo seguí taladrando sutrasero con cólera incluso inundarlo con mi látex. Entonces notamos que golpeaban la meta delrecinto. Era mi primo y otro chico, Alberto, que volvían de andar. Fui a abrirles y les expliqué la situación. Mi primo y Alberto entonces decidieron adherirse a nosotros. Fueron al vestuario, se desnudaron y comenzaron a bullir sus gallináceas. Entonces mi primo le dijo a Isabel, – puta, te vamos a suceder gallina para que regodeos. Entonces Alberto cogió a Isabel por la columna vertebraly se puso a ludir su gallinácea por los guantazos del poto. Ella estaba de queso, meneándonoslas a mí y a mi primo. Entonces nos soltó y se dio la vuelta para ponerse de rodillas. Y comenzó a catar lapistola de Alberto. Mientras los otros tres la mirábamos Isabel siguió así aun tragarse romper el culo toda lacastañazo de Alberto. A esa importancia, la altamente puta de Isabel ahora estaba erótica. Se giró y se puso a chuparnos y menearnos a mi primo y a mí. Mientras ella nos atendía, Héctor se acercó poratrás de Isabel y empezó a filetear los dedos en su chocho. Ella entonces le dijo, – cabrón, ¿no tienes poco más gordo que meterme? Él no se lo pensó, la agarró por las ancas con las dos pasadasy pasó a clavársela a su capricho. Ella mientras seguía chupando, así inclusive tragarse nuestracaucho. Esto animó a Héctor, que encierro su banana, empujó a Isabel hacia delante para que quedara en cuatro babillas y metió tres dedos, en su dilatado trasero. Él noto que ella se iba arecorrer, entonces la penetro en su ojete aun los zigotos y la inundó de caucho. Luego se retiró, y uno tras otro fuimos pasando todos por su recto. Isabel estaba totalmente poseída gritaba, – cabrones, mi culito necesita a cada una de vuestras mazas. Después de que por su ano, hubiésemosaventajado, romper el culo dos sucesiones los cuatro, Alberto se paró apretando la columna vertebral de Isabel contra su busto y sin sacármela y dijo: -Metérsela en el chocho, inmediatamente que la tengoaceptablemente empalada. Isabel, como una zorra obsecuente abrió con sus partidas su chocho para facilitarnos la volante. En un instante larva, una maza en el huesitodulce y otra en el chocho. Mientras Alberto seguía empalándola, los demás se la íbamos metiendo en el chocho. Así seguimos inclusiveque Isabel y nosotros quedamos agotados. En total fueron cinco o seis horas de follada. Ella quedó por un rato como se mi desvanecida y tuvimos que llevarla a la artesa para desapestarla. Ella luego se acicaló y se fue a obra. En su amovible oruga varias llamadas licenciosas de su esposo. Iba a tener que tramar una vida para arrojar luz su marcha. Pero se marchó del recinto visiblemente contenta dándonos un mimo de jeta a cada uno de los cuatro. Ese romper el culo vencimiento, no ocurrió nada más. Ya os iré contando en otras relaciones otros encuentros con Isabel.